El equipo de desarrollo de conducción autónoma de Toyota tiene un par de llantas nuevas y brillantes. El último vehículo de prueba para el Toyota Research Institute, llamado P4, se basa en el sedán de lujo insignia de la nueva generación Lexus LS. Reemplaza al LS de la generación anterior que se había utilizado hasta hace poco como prototipo de banco de pruebas para la tecnología de autoconducción.
El nuevo híbrido LS500h modificado está pintado de blanco y usa gráficos del “Toyota Research Institute”, un conjunto montado en el techo con toneladas de cámaras y sensores agregados a los guardabarros delanteros.
Comparado con su predecesor, se dice que el nuevo auto tiene más potencia de cómputo y los procesadores ahora extraen energía de la batería híbrida en lugar de la batería auxiliar de 12 voltios. El sistema de computación, montado en el baúl, ahora ocupa menos espacio que antes. La amplia gama de cámaras y sensores de la P4 incluye un sistema de detección lidar con ocho escáneres, un sistema de radar con un mejor campo de visión, sensores de imágenes con nueva tecnología de chip y dos cámaras adicionales. Una de las nuevas cámaras mira hacia adelante y la otra hacia atrás.
Toyota divide su desarrollo de conducción autónoma en dos categorías: Guardian, que se centra en las tecnologías de asistencia al conductor para ayudar al conductor y mejorar la seguridad y Chauffeur, que tiene como objetivo eliminar al conductor de la ecuación por completo. Esto equivale aproximadamente al nivel 2 y al nivel 4 en la escala de autonomía del vehículo.
